jueves, 10 de enero de 2019

¿QUÉ TAN TOXICO ERES?


RECONOCE A LAS PERSONAS TÓXICAS.
Son personas que no han madurado emocionalmente, gente profundamente insegura y egoísta que necesitan estar cerca de alguien (su víctima) para entablar una relación absorbente que les permita descargar sus frustraciones. Así convierten a su víctima en una terapia barata particular, invadiendo sus límites y centradas en fijarse en sus defectos y en la parte negativa de las cosas para compensar sus carencias e inseguridades y así sentirse mejor consigo mismas, sin aportar casi nada positivo a la relación. Por eso las personas tóxicas acaban por molestar a menudo a su víctima, que termina experimentando emociones negativas y agotamiento, sintiendo que se consume su energía y alegría.

Cuando después de estar con alguien nos sentimos estresados, frustrados o sentimos alivio cuando nos quedamos solos, estamos ante una persona tóxica para nosotros.
De vez en cuando hacen cosas por su víctima, pequeños favores que esconden un interés personal y que suelen cobrar en algún momento futuro (“yo te hice este favor, ahora te toca a ti”). Son personas asfixiantes que presionan a su víctima para que haga cosas que no le apetece, sobrepasan continuamente sus límites para comprobar hasta dónde pueden llegar y esperan que esa persona esté siempre dispuesta a ayudarles en todo lo que necesiten. Casi nunca asumen su responsabilidad y culpan de todo a su víctima o a circunstancias externas. Desahogan su frustración, tristeza y pesimismo en la primera presa accesible que encuentran, sembrando dudas sobre sus aptitudes e incapaces de apreciar sus logros, emitiendo juicios con insistencia y desdeñando los sentimientos de su víctima sin escucharla ni ofrecerla apoyo emocional.
Es conveniente saber identificar a las personas tóxicas y advertir sus artimañas para poder desactivarlas antes de que logren su objetivo.
Tipos y perfiles de la gente tóxica
Los victimistas, que responsabilizan de todo lo que les ocurre a los demás, contagiando el sentimiento de culpa a través del chantaje emocional.
Los que critican y descalifican cualquier actuación o idea que tenga su víctima, creando un sentimiento de inutilidad y debilitando su autoestima.
Los agresivos verbalmente, intentando provocar inseguridad en su víctima para hacerla débil, humillándola y faltándole al respeto.
Los manipuladores, los que siempre están engañando en beneficio propio.
Los cotillas, que propagan rumores negativos sobre personas ausentes (las personas que critican a otras que no están presentes no son fiables).
El narcisista, el que se cree perfecto y no soporta que le lleven la contraria, el que siempre da lecciones sobre cómo se tienen que hacer las cosas y se cree con derecho a descalificar y menospreciar al que contradiga sus decisiones o creencias.
Una vez identificada la toxicidad de la relación se recomienda cortarla de la mejor manera posible, hablando sobre lo que nos molesta de esa relación de forma abierta y asertiva, marcando nuestros límites. Y si no se puede por las buenas no dudar en alejarnos de su círculo de influencia sin dar ninguna explicación. Estas personas sólo intoxican a quien pueden, no a quien quieren. Además, se les puede desarmar negándoles el acceso a nuestra intimidad, sin hacer caso de sus comportamientos, sin darles importancia, sin entrar en su juego. Y después, para cerrar el pasado y que no nos intoxique su recuerdo, lo mejor es tomar conciencia de que detrás de esas conductas suelen esconderse miedos, frustraciones o vivencias infantiles que han dificultado un desarrollo óptimo de la persona. Así llega el perdón liberador al darnos cuenta de que sólo son diferentes en ciertos aspectos, ni mejores ni perores que nosotros, con lo que descubrimos la inutilidad de juzgar a los demás y en su lugar reflexionamos sobre la comprensión y el respeto. Entonces es más correcto hablar de relaciones tóxicas, porque ninguna persona es intrínsecamente tóxica, son las vivencias y la genética las que determinan la personalidad. Así es que toda persona puede cambiar sus actos de tóxicos a nutritivos si así lo decide, si hace consciente su comportamiento problemático con los demás y tiene la determinación de cambiar.
10 tipos de personas tóxicas: cómo identificarlas y cómo evitarlas
No intentes vencerlos con sus propias reglas.
La gente tóxica desafía toda lógica. Algunos no se dan cuenta del efecto negativo que tienen sobre la gente que los rodea, y otros parecen derivar satisfacción de sembrar el caos y alterar a otros.
Así como es importante aprender a tratar con diferentes tipos de personas, nunca valdrá la pena gastar tiempo y energía en gente que es verdaderamente tóxica porque requieren demasiada. La gente tóxica provoca complejidad innecesaria, conflictos, y lo peor de todo, estrés.
La gente te inspira, o te desgasta, seleccionala sabiamente
Hans F. Hansen.
Estudios recientes de la Universidad Friedrich Schiller, en Alemania, demuestran que las personas tóxicas son un caso serio. Descubrieron que la exposición a estímulos que provocan emociones negativas, el mismo tipo de estímulo que recibes cuando tratas con gente tóxica, pueden provocar que los cerebros tengan una respuesta masiva de estrés. Ya sea negatividad, crueldad, síndrome de víctima, o simple locura, la gente tóxica hace que tu cerebro se agobie demasiado, lo cual debe evitarse a toda costa.
El estrés tiene un efecto negativo en el cerebro que perdura. Unos cuantos días de exposición al estrés afectan la efectividad de las neuronas en el hipocampo, una importante área del cerebro responsable del razonamiento y la memoria. Semanas de estrés provocan daños irreversibles en las células del cerebro, y meses de estrés pueden destruirlas permanentemente. La gente tóxica no sólo te hace sentir miserable, también dañan fuertemente tu cerebro.
La habilidad para manejar tus emociones y conservar la calma bajo presión se refleja directamente en tu desempeño.
TalentSmart ha realizado estudios con más de un millón de personas y descubrió que el 90% de los que mejor se desempeñan saben controlar sus emociones en tiempos de estrés para conservar el control y la calma. Uno de sus dones más grandes es la habilidad de identificar a la gente tóxica y la mantiene a distancia.
Con frecuencia se dice que uno es el producto de las cinco personas con las que pasas más tiempo. Si permites que al menos una de esas personas sea tóxica, pronto te darás cuenta de qué tan capaz es él o ella de frenarte.
"La gente tóxica te vuelve loca porque su comportamiento es irracional. No te equivoques, su comportamiento realmente va en contra de toda razón".
No puedes pensar en apartarte de la gente tóxica hasta que los identificas. El truco consiste en separar a los que son molestos o difíciles de aquellos que son verdaderamente tóxicos. A continuación, presentamos una lista de los diez tipos de exprimidores tóxicos de los que tienes que mantenerte alejado a toda costa para tú mismo no convertirte en alguien así.
1. El chismoso
"Las grandes mentes hablan de ideas, el promedio habla de eventos, las mentes pequeñas hablan de la gente". Eleanor Roosevelt
Los chismosos se deleitan con el infortunio de los demás. Al principio puede ser divertido husmear en los tropiezos personales o profesionales de los demás, pero con el tiempo, se vuelve cansado, te hace sentir mal y lastima a otros. Hay mucha gente positiva por allí y se puede aprender mucho de la gente interesante como para desperdiciar el tiempo hablando del infortunio de otras personas.
2. El temperamental
Algunas personas no tienen ningún control sobre sus emociones. Te atacan y se desquitan contigo pensando que eres el causante de sus problemas. Es bastante difícil sacar a los temperamentales de tu vida porque la falta de control que tienen sobre sus emociones te hace sentir mal por ellos. Pero cuando las cosas se ponen feas, los temperamentales te usan como una especie de excusado emocional y hay que evitarlos a toda costa.
3.La víctima
Las víctimas son difíciles de identificar porque al principio te hacen sentir mal sus problemas. Pero conforme pasa el tiempo te das cuenta de que su "tiempo de necesidad" es todo el tiempo. Las víctimas se safan de cualquier responsabilidad personal sl convertir todos los topes en montañas inescalables. Nunca ven que los tiempos difíciles son oportunidades para aprender y crecer. Existe un dicho: "El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional". Esta frase captura a la perfección la toxicidad de la víctima que busca sufrir todo el tiempo.
4.El absorto en sí mismo
La gente que sólo piensa en sí misma te hace sentir mal por la falta de sentimientos que manifiestan por otras personas. Generalmente puedes saber que andas con este tipo de gente porque empiezas a sentirte totalmente solo. Esto sucede porque en lo que a ellos respecta no existe ninguna razón para establecer una verdadera conexión entre ellos y otras personas. Tú eres simplemente una herramienta que usan para construir su autoestima.
5.El envidioso
Para los envidiosos, el pasto siempre está más verde en otro lugar. Incluso cuando les pasa algo muy genial ellos no sienten ninguna satisfacción. Esto sucede porque comparan su suerte con la de los demás en lugar de buscar su satisfacción internamente. Y viéndolo fríamente, siempre hay alguien a quien le va mejor cuando te fijas.
Es peligroso pasar demasiado tiempo con los envidiosos porque empiezas a trivializar tus propios logros.
6. El manipulador
Los manipuladores le roban tiempo y energía a tu vida bajo una fachada de amistad. Es difícil tratar con ellos porque te tratan como amigo. Saben lo que te gusta, lo que te hace feliz, y lo que piensas que es divertido, pero lo que sucede es que utilizan esta información para sus propios intereses. Los manipuladores siempre buscan algo de ti, y si revisas tu relación con ellos, sólo toman, toman, toman, y dan poco o nada. Hacen cualquier cosa para ganarte para después usarte.
"Mantener una distancia emocional requiere mantenerse en alerta. Sólo puedes impedir que alguien te altere si te das cuenta de que está sucediendo".
7. El dementor
En las series de J.K. Rowling de "Harry Potter" los dementores son criaturas malignas que se roban el alma de las personas y dejan sus cuerpos como meros cascarones de humanos. Cada vez que un dementor entra a una habitación, ésta se oscurece, la gente siente frío, y les vienen a la mente sus peores recuerdos. Rowling dice que desarrolló el concepto de dementor basándose en la gente sumamente negativa, el tipo de persona que tiene la capacidad de entrar a una habitación e inmediatamente robarle la vida.
Los dementores le chupan la vida a una habitación cuando imponen su negatividad y su pesimismo a cualquier persona que se acerquen. Desde su punto de vista un vaso siempre está medio vacío, pueden inyectarles temor y preocupación a incluso las situaciones más benignas. Un estudio de la Universidad de Notre Dame encontró que a los estudiantes que les asignan compañeros que piensan negativamente desarrollan fácilmente pensamientos negativos e incluso depresión.
8.El retorcido
Existen algunas personas tóxicas que tienen malas intenciones y que desarrollan una gran satisfacción gracias al dolor y a la miseria de otros. Están allí para lastimarte, para hacerte sentir mal o para sacarte algo; de otra manera no sienten ningún interés por ti. Lo único bueno de este tipo de personas es que sus intenciones se detectan fácilmente, lo cual ayuda a sacarlas de tu vida con más rapidez.
9.El criticón
Los criticones son personas que inmediatamente te dicen lo que está bien y lo que no. TIenen una manera de juzgar lo que a ti te apasiona y te hacen sentir terriblemente mal. En lugar de valorar y aprender de la gente de la que son diferentes, los criticones los miran con desprecio. Los criticones te roban las ganas de ser apasionado y expresivo, así es que lo mejor que puedes hacer es sacarlos de raíz de tu vida y ser tú mismo.
10. El arrogante
La gente arrogante es una pérdida de tiempo porque consideran que todo lo que tú haces un reto personal. La arrogancia es falta de confianza y siempre esconde gran inseguridad. Un estudio de la Universidad de Akron encontró que la arrogancia está relacionada con una serie de problemas en el lugar de trabajo. La gente arrogante por lo general no tiene un buen desempeño, es más desagradable, y tiene más problemas de aprendizaje que la persona promedio.
Cómo protegerte una vez que los detectas
La gente tóxica te vuelve loco porque su comportamiento es totalmente irracional. No te equivoques, su comportamiento verdaderamente va en contra de lo razonable, así es que ¿para qué responderles emocionalmente y quedar atrapados en eso?
Mientras más irracional y carente de fundamentos es alguien, debería ser más fácil escaparse de sus trampas, Hay que dejar de tratar de vencerlos en su juego. Sepárate emocionalmente de ellos y considera que tu interacción con ellos es un proyecto de ciencias (o que tú eres su psiquiatra si prefieres verlo así). No tienes que responder al caos emocional, sólo a los hechos.
El mantener un distanciamiento emocional requiere mantenerse alerta. Sólo puedes impedir que alguien te altere si reconoces que está sucediendo. En ocasiones vas a sentir que estás en situaciones en las que necesitas cambiar de grupo y encontrar la mejor manera de hacerlo. Esto está bien, y tampoco sientas miedo de darte un poco de tiempo para hacerlo.
La mayor parte de la gente se siente así porque trabaja o vive con alguien, y no pueden controlar el caos. Nada puede ser más cierto. Una vez que identificas a una persona tóxica vas a descubrir que su comportamiento es predecible y fácil de entender. Esto te permitirá pensar racionalmente y decidir cuándo tolerarlos y cuándo y dónde no hacerlo. Puedes establecer límites, pero tienes que hacerlos conscientemente y proactivamente. Si dejas que las cosas sucedan naturalmente vas a terminar enredado contínuamente en conversaciones difíciles. Si estableces límites decides dónde te vas a relacionar con una persona difícil puedes controlar el caos en gran manera. El único truco es mantener la guardia y mantener los límites en su lugar cuando la persona trata de cruzarlos, y seguramente lo hará.


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