RECONOCE A LAS
PERSONAS TÓXICAS.
Son
personas que no han madurado emocionalmente, gente profundamente insegura y
egoísta que necesitan estar cerca de alguien (su víctima) para entablar una
relación absorbente que les permita descargar sus frustraciones. Así convierten
a su víctima en una terapia barata particular, invadiendo sus límites y
centradas en fijarse en sus defectos y en la parte negativa de las cosas para
compensar sus carencias e inseguridades y así sentirse mejor consigo mismas,
sin aportar casi nada positivo a la relación. Por eso las personas tóxicas
acaban por molestar a menudo a su víctima, que termina experimentando emociones
negativas y agotamiento, sintiendo que se consume su energía y alegría.
Cuando después de estar con alguien nos sentimos estresados, frustrados o sentimos alivio cuando nos quedamos solos, estamos ante una persona tóxica para nosotros.
De
vez en cuando hacen cosas por su víctima, pequeños favores que esconden un
interés personal y que suelen cobrar en algún momento futuro (“yo te hice este
favor, ahora te toca a ti”). Son personas asfixiantes que presionan a su
víctima para que haga cosas que no le apetece, sobrepasan continuamente sus
límites para comprobar hasta dónde pueden llegar y esperan que esa persona esté
siempre dispuesta a ayudarles en todo lo que necesiten. Casi nunca asumen su
responsabilidad y culpan de todo a su víctima o a circunstancias externas.
Desahogan su frustración, tristeza y pesimismo en la primera presa accesible
que encuentran, sembrando dudas sobre sus aptitudes e incapaces de apreciar sus
logros, emitiendo juicios con insistencia y desdeñando los sentimientos de su
víctima sin escucharla ni ofrecerla apoyo emocional.
Es conveniente
saber identificar a las personas tóxicas y advertir sus artimañas para poder
desactivarlas antes de que logren su objetivo.
Tipos y perfiles
de la gente tóxica
Los victimistas, que
responsabilizan de todo lo que les ocurre a los demás, contagiando el
sentimiento de culpa a través del chantaje emocional.
Los
que critican y descalifican cualquier actuación o idea que tenga su víctima,
creando un sentimiento de inutilidad y debilitando su autoestima.
Los
agresivos verbalmente, intentando provocar inseguridad en su víctima para
hacerla débil, humillándola y faltándole al respeto.
Los
manipuladores, los que siempre están engañando en beneficio propio.
Los
cotillas, que propagan rumores negativos sobre personas ausentes (las personas
que critican a otras que no están presentes no son fiables).
El narcisista, el
que se cree perfecto y no soporta que le lleven la contraria, el que siempre da
lecciones sobre cómo se tienen que hacer las cosas y se cree con derecho a
descalificar y menospreciar al que contradiga sus decisiones o creencias.
Una
vez identificada la toxicidad de la relación se recomienda cortarla de la mejor
manera posible, hablando sobre lo que nos molesta de esa relación de forma
abierta y asertiva, marcando nuestros límites. Y si no se puede por las buenas
no dudar en alejarnos de su círculo de influencia sin dar ninguna explicación.
Estas personas sólo intoxican a quien pueden, no a quien quieren. Además, se
les puede desarmar negándoles el acceso a nuestra intimidad, sin hacer caso de
sus comportamientos, sin darles importancia, sin entrar en su juego. Y después,
para cerrar el pasado y que no nos intoxique su recuerdo, lo mejor es tomar
conciencia de que detrás de esas conductas suelen esconderse miedos,
frustraciones o vivencias infantiles que han dificultado un desarrollo óptimo
de la persona. Así llega el perdón liberador al darnos cuenta de que sólo son
diferentes en ciertos aspectos, ni mejores ni perores que nosotros, con lo que
descubrimos la inutilidad de juzgar a los demás y en su lugar reflexionamos
sobre la comprensión y el respeto. Entonces es más correcto hablar de relaciones
tóxicas, porque ninguna persona es intrínsecamente tóxica, son las vivencias y
la genética las que determinan la personalidad. Así es que toda persona puede
cambiar sus actos de tóxicos a nutritivos si así lo decide, si hace consciente
su comportamiento problemático con los demás y tiene la determinación de
cambiar.
10 tipos de personas
tóxicas: cómo identificarlas y cómo evitarlas
No intentes
vencerlos con sus propias reglas.
La
gente tóxica desafía toda lógica. Algunos no se dan cuenta del efecto negativo
que tienen sobre la gente que los rodea, y otros parecen derivar satisfacción
de sembrar el caos y alterar a otros.
Así
como es importante aprender a tratar con diferentes tipos de personas, nunca
valdrá la pena gastar tiempo y energía en gente que es verdaderamente tóxica
porque requieren demasiada. La gente tóxica provoca complejidad innecesaria,
conflictos, y lo peor de todo, estrés.
La gente te
inspira, o te desgasta, seleccionala sabiamente
Hans F. Hansen.
Estudios
recientes de la Universidad Friedrich Schiller, en Alemania, demuestran que las
personas tóxicas son un caso serio. Descubrieron que la exposición a estímulos
que provocan emociones negativas, el mismo tipo de estímulo que recibes cuando
tratas con gente tóxica, pueden provocar que los cerebros tengan una respuesta
masiva de estrés. Ya sea negatividad, crueldad, síndrome de víctima, o simple
locura, la gente tóxica hace que tu cerebro se agobie demasiado, lo cual debe
evitarse a toda costa.
El
estrés tiene un efecto negativo en el cerebro que perdura. Unos cuantos días de
exposición al estrés afectan la efectividad de las neuronas en el hipocampo,
una importante área del cerebro responsable del razonamiento y la memoria.
Semanas de estrés provocan daños irreversibles en las células del cerebro, y
meses de estrés pueden destruirlas permanentemente. La gente tóxica no sólo te
hace sentir miserable, también dañan fuertemente tu cerebro.
La
habilidad para manejar tus emociones y conservar la calma bajo presión se
refleja directamente en tu desempeño.
TalentSmart
ha realizado estudios con más de un millón de personas y descubrió que el 90%
de los que mejor se desempeñan saben controlar sus emociones en tiempos de
estrés para conservar el control y la calma. Uno de sus dones más grandes es la
habilidad de identificar a la gente tóxica y la mantiene a distancia.
Con
frecuencia se dice que uno es el producto de las cinco personas con las que
pasas más tiempo. Si permites que al menos una de esas personas sea tóxica,
pronto te darás cuenta de qué tan capaz es él o ella de frenarte.
"La
gente tóxica te vuelve loca porque su comportamiento es irracional. No te
equivoques, su comportamiento realmente va en contra de toda razón".
No
puedes pensar en apartarte de la gente tóxica hasta que los identificas. El
truco consiste en separar a los que son molestos o difíciles de aquellos que
son verdaderamente tóxicos. A continuación, presentamos una lista de los diez
tipos de exprimidores tóxicos de los que tienes que mantenerte alejado a toda
costa para tú mismo no convertirte en alguien así.
1. El chismoso
"Las
grandes mentes hablan de ideas, el promedio habla de eventos, las mentes
pequeñas hablan de la gente". Eleanor Roosevelt
Los
chismosos se deleitan con el infortunio de los demás. Al principio puede ser
divertido husmear en los tropiezos personales o profesionales de los demás,
pero con el tiempo, se vuelve cansado, te hace sentir mal y lastima a otros.
Hay mucha gente positiva por allí y se puede aprender mucho de la gente
interesante como para desperdiciar el tiempo hablando del infortunio de otras
personas.
2. El
temperamental
Algunas
personas no tienen ningún control sobre sus emociones. Te atacan y se desquitan
contigo pensando que eres el causante de sus problemas. Es bastante difícil
sacar a los temperamentales de tu vida porque la falta de control que tienen
sobre sus emociones te hace sentir mal por ellos. Pero cuando las cosas se
ponen feas, los temperamentales te usan como una especie de excusado emocional
y hay que evitarlos a toda costa.
3.La víctima
Las
víctimas son difíciles de identificar porque al principio te hacen sentir mal
sus problemas. Pero conforme pasa el tiempo te das cuenta de que su
"tiempo de necesidad" es todo el tiempo. Las víctimas se safan de
cualquier responsabilidad personal sl convertir todos los topes en montañas
inescalables. Nunca ven que los tiempos difíciles son oportunidades para
aprender y crecer. Existe un dicho: "El dolor es inevitable pero el
sufrimiento es opcional". Esta frase captura a la perfección la toxicidad
de la víctima que busca sufrir todo el tiempo.
4.El absorto en
sí mismo
La
gente que sólo piensa en sí misma te hace sentir mal por la falta de
sentimientos que manifiestan por otras personas. Generalmente puedes saber que
andas con este tipo de gente porque empiezas a sentirte totalmente solo. Esto
sucede porque en lo que a ellos respecta no existe ninguna razón para
establecer una verdadera conexión entre ellos y otras personas. Tú eres
simplemente una herramienta que usan para construir su autoestima.
5.El envidioso
Para
los envidiosos, el pasto siempre está más verde en otro lugar. Incluso cuando
les pasa algo muy genial ellos no sienten ninguna satisfacción. Esto sucede
porque comparan su suerte con la de los demás en lugar de buscar su
satisfacción internamente. Y viéndolo fríamente, siempre hay alguien a quien le
va mejor cuando te fijas.
Es
peligroso pasar demasiado tiempo con los envidiosos porque empiezas a
trivializar tus propios logros.
6. El
manipulador
Los
manipuladores le roban tiempo y energía a tu vida bajo una fachada de amistad.
Es difícil tratar con ellos porque te tratan como amigo. Saben lo que te gusta,
lo que te hace feliz, y lo que piensas que es divertido, pero lo que sucede es
que utilizan esta información para sus propios intereses. Los manipuladores
siempre buscan algo de ti, y si revisas tu relación con ellos, sólo toman,
toman, toman, y dan poco o nada. Hacen cualquier cosa para ganarte para después
usarte.
"Mantener
una distancia emocional requiere mantenerse en alerta. Sólo puedes impedir que
alguien te altere si te das cuenta de que está sucediendo".
7. El dementor
En
las series de J.K. Rowling de "Harry Potter" los dementores son
criaturas malignas que se roban el alma de las personas y dejan sus cuerpos
como meros cascarones de humanos. Cada vez que un dementor entra a una
habitación, ésta se oscurece, la gente siente frío, y les vienen a la mente sus
peores recuerdos. Rowling dice que desarrolló el concepto de dementor basándose
en la gente sumamente negativa, el tipo de persona que tiene la capacidad de
entrar a una habitación e inmediatamente robarle la vida.
Los
dementores le chupan la vida a una habitación cuando imponen su negatividad y
su pesimismo a cualquier persona que se acerquen. Desde su punto de vista un vaso
siempre está medio vacío, pueden inyectarles temor y preocupación a incluso las
situaciones más benignas. Un estudio de la Universidad de Notre Dame encontró
que a los estudiantes que les asignan compañeros que piensan negativamente
desarrollan fácilmente pensamientos negativos e incluso depresión.
8.El retorcido
Existen
algunas personas tóxicas que tienen malas intenciones y que desarrollan una
gran satisfacción gracias al dolor y a la miseria de otros. Están allí para
lastimarte, para hacerte sentir mal o para sacarte algo; de otra manera no
sienten ningún interés por ti. Lo único bueno de este tipo de personas es que
sus intenciones se detectan fácilmente, lo cual ayuda a sacarlas de tu vida con
más rapidez.
9.El criticón
Los
criticones son personas que inmediatamente te dicen lo que está bien y lo que
no. TIenen una manera de juzgar lo que a ti te apasiona y te hacen sentir
terriblemente mal. En lugar de valorar y aprender de la gente de la que son
diferentes, los criticones los miran con desprecio. Los criticones te roban las
ganas de ser apasionado y expresivo, así es que lo mejor que puedes hacer es
sacarlos de raíz de tu vida y ser tú mismo.
10. El arrogante
La
gente arrogante es una pérdida de tiempo porque consideran que todo lo que tú
haces un reto personal. La arrogancia es falta de confianza y siempre esconde
gran inseguridad. Un estudio de la Universidad de Akron encontró que la
arrogancia está relacionada con una serie de problemas en el lugar de trabajo.
La gente arrogante por lo general no tiene un buen desempeño, es más
desagradable, y tiene más problemas de aprendizaje que la persona promedio.
Cómo
protegerte una vez que los detectas
La
gente tóxica te vuelve loco porque su comportamiento es totalmente irracional.
No te equivoques, su comportamiento verdaderamente va en contra de lo
razonable, así es que ¿para qué responderles emocionalmente y quedar atrapados
en eso?
Mientras
más irracional y carente de fundamentos es alguien, debería ser más fácil
escaparse de sus trampas, Hay que dejar de tratar de vencerlos en su juego.
Sepárate emocionalmente de ellos y considera que tu interacción con ellos es un
proyecto de ciencias (o que tú eres su psiquiatra si prefieres verlo así). No
tienes que responder al caos emocional, sólo a los hechos.
El
mantener un distanciamiento emocional requiere mantenerse alerta. Sólo puedes
impedir que alguien te altere si reconoces que está sucediendo. En ocasiones
vas a sentir que estás en situaciones en las que necesitas cambiar de grupo y
encontrar la mejor manera de hacerlo. Esto está bien, y tampoco sientas miedo de
darte un poco de tiempo para hacerlo.
La
mayor parte de la gente se siente así porque trabaja o vive con alguien, y no
pueden controlar el caos. Nada puede ser más cierto. Una vez que identificas a
una persona tóxica vas a descubrir que su comportamiento es predecible y fácil
de entender. Esto te permitirá pensar racionalmente y decidir cuándo tolerarlos
y cuándo y dónde no hacerlo. Puedes establecer límites, pero tienes que
hacerlos conscientemente y proactivamente. Si dejas que las cosas sucedan
naturalmente vas a terminar enredado contínuamente en conversaciones difíciles.
Si estableces límites decides dónde te vas a relacionar con una persona difícil
puedes controlar el caos en gran manera. El único truco es mantener la guardia
y mantener los límites en su lugar cuando la persona trata de cruzarlos, y
seguramente lo hará.
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