ORIENTE SU PRÓXIMO DESTINO

La Península de Araya es atractivamente árida y le ofrece al turista más de 270 kilómetros de costas en un territorio de 642 km2, con hermosas playas y ensenadas. Su vegetación es netamente xerófila y de bosques secos. Araya, proviene de ARAÍ-A, que significa en la lengua originaria SOBRE o ENCIMA, de modo que Araya pudiera significar TIERRA QUE EMERGE DE LAS AGUAS.
Se puede llegar a esta península vía terrestre tomando la carretera Cumaná-Carúpano, entrando a Cariaco y tomando luego la carretera hasta Chacopata; también vía marítima, a través de “tapaítos”, embarcaciones que tardan tan solo 20 minutos en llegar a Manicuare desde la ciudad de Cumaná.
Araya ofrece playas y ensenadas vírgenes, pueblos coloridos y lugares exóticos. Entre los poblados más visitados están Chacopata, Guayacán, Caimancito, Taguapire y Guamache, en la parte norte de la península y Punta Arenas, Manicuare, Tacarigua y Merito en la parte sur. Podrás disfrutar de un hermoso día de sol en Playa Castillo, Playa Los Muertos, Playa La Paría o en Punta Cangrejo. Araya es un paraíso terrenal, con días soleados, mucha cultura y un caluroso pueblo que está en espera de la visita de turistas para darles a conocer la magia que se encuentra escondida tras el Golfo de Cariaco.
Durante este trayecto terrestre, se puede observar las famosas salinas de Araya, con un característico color púrpura que cambia constantemente, ya que depende del ángulo del sol y de la profundidad del agua. En efecto, para producir la sal, se inunda la laguna con agua de mar y se deja evaporar, hasta que se pueda recoger la sal.
Al llegar a la población de Araya propiamente dicha, se tiene una linda vista del castillo de Araya. Este castillo fue construido en 1625 y declarado monumento nacional en 1960.
Al pie del castillo se encuentra una de las mejores playas de la península de Araya. A pesar de no tener sombra (la península es muy árida), normalmente hay algo de brisa y se pueden alquilar unos toldos para soportar el fuerte sol, el mismo que seca el agua de las salinas.
La historia del castillo:
Para proteger las salinas de incursiones inglesas, francesas y holandesas, la Corona Española mandó a construir una fortaleza militar, la cual la terminan a principios del año 1625. Se le dio el nombre de Real Fuerza de Santiago de Arroyo de Araya, (Santiago, por el patrono de España; Arroyo, por el gobernador y Araya, por el nombre del lugar). Fue la primera fortaleza de importancia de la capitanía de Venezuela. Con el pasar de los años preocupa a la Corona española el elevado costo del mantenimiento de la fortaleza. En 1720 tenía 246 personas, y un presupuesto de 31.923 pesos fuertes anuales a lo que se suma los serios daños a la estructura ocasionada por el terremoto en 1684 y más adelante los efectos devastadores del huracán que inundó las salinas en 1725.
Convencidos de la inutilidad de la fortaleza, en 1759 la Corte decidió su demolición, tarea que cumplió el gobernador José Diguja Villagómez en 1762. Con 45 quintales de pólvora a un costo de 4.640 pesos, cuatro reales y 17 maravedíes, el gobernador puso fin a 129 años del castillo de Araya como centinela de las salinas. Por otra parte, las salinas siguieron siendo explotadas por particulares hasta que en 1872 fueron adquiridas por el Estado venezolano. El 31 de octubre de 1960, el castillo fue declarado Monumento Histórico Nacional.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario