Cumaná
tiene el honor de ser la primera ciudad del continente americano Cumaná fue fundada por el evangelizador Fray Pedro de Córdova el 27 de noviembre de 1515. Fue la primera ciudad que la corona española estableció en el llamado nuevo mundo
Refundada por los españoles en el año 1521, bajo el mando de Gonzalo de Ocampo. Su nombre, en la lengua de sus pobladores, los cumanagotos, significaba unión del mar y del río.
Refundada por los españoles en el año 1521, bajo el mando de Gonzalo de Ocampo. Su nombre, en la lengua de sus pobladores, los cumanagotos, significaba unión del mar y del río.
Cumaná
está en la desembocadura del río Manzanares. Es una ciudad bastante plana,
dominada por una colina, en donde hay un castillo con una linda vista hacia
toda la ciudad y hacia el golfo de Cariaco, que separa la tierra firme de la
península de Araya.
Una
de las mayores atracciones turísticas de Cumaná, es sin duda alguna, el
castillo de San Antonio de la Eminencia que domina toda la ciudad y la entrada
al golfo de Cariaco. Como curiosidad, podemos mencionar que hoy en día el
castillo se encuentra bastante retirado del mar, lo que no es muy lógico, si se
toma en cuenta que los castillos eran edificados principalmente para proteger
la ciudad de embarcaciones enemigas. La explicación es que el mar se ha
retirado, y lo que es hoy la parte nueva de la ciudad, en la época en que fue
construido el castillo, era mar.
CRONOLOGÍA
DEL DESCUBRIMIENTO y
poblamiento de Cumaná.
Cumaná
fue dada en cuenta por Cristóbal Colón en 1494, y todo hace pensar que 16 años
antes de este descubrimiento, fue visitada por una expedición inédita, descrita
por fray Bartolomé de Las Casas...
AÑO
1494.
Cumaná
fue descubierta por Cristóbal Colón, y todo hace pensar que 16 años antes de
este descubrimiento, fue visitada por una expedición inédita, descrita por fray
Bartolomé de Las Casas y defendida recientemente por el ilustre historiador
español Don Juan Manzano Manzano, en sus obras: “Colón descubrió América del
Sur en 1494” y “Colón y su secreto”. Otros documentos que apoyan este criterio
se fundamentan en las obras: “Historia del nuevo mundo” de Girolano Benzzoni,
en la famosa crónica -Relación de Ángelo Trevisán; y en cartas, crónicas y
obras de Mártir de Anglería y López de Gómara. Viniendo a ser Cumaná y no
Macuro, el primer puerto de América continental, visitado por europeos; y de
esta manera, también se inicia el mestizaje en América del Sur.
Desde
que los Colones descubrieron perlas en el golfo de Cariaco, la actividad de su
puerto no decayó. Durante el reinado de Fernando el Católico, el puerto de
Cumaná se conoció con el nombre de Puerto de Las Perlas, y por haber perlas en
el golfo toda la costa que se iba descubriendo recibió también el nombre de
Costa de las Perlas.
AÑO
1499.
Alonso
de Ojeda, Américo Vespuccio y Juan de la Cosa surgen en Cumaná. Saliendo de
Puerto de Palos, ría del Guadalquivir, Sevilla España, entre mayo y junio
recorren las costas orientales de Tierra Firme o provincia de Paria, y le dan
el nombre de Nueva Andalucía. Es el primer navegante que sigue las huellas de
Colón.
A
mediados de año, lo hacen también Per Alonso Niño y Cristóbal Guerra, con el
mismo derrotero, descubren las Salinas de Araya, y recogen en Cubagua y Cumaná,
47 libras de perlas que llevan a España y luego sirven a los Reyes Católicos en
su juicio contra el ligur. Después de este descubrimiento vienen a Cumaná los
buscadores de perlas y se le da el nombre de Puerto de Las Perlas. La Sal y el
agua son otros atractivos del Puerto de Las Perlas.
Fray
Pedro de Córdoba, Vicario de Las Indias, acreditado por cédulas reales del 10
de Junio de 1513, envía desde La Española, isla de Santo Domingo, para el
Puerto de las Perlas, que ya era conocido como la tierra del cacique Cumaná, la
primera expedición fundante y autorizada por el Rey Fernando el Católico y por
el Papa, para la América continental, de que se tenga conocimiento, con el
objeto de iniciar la conquista evangélica y pacífica de la Tierra Firme, como
la había pactado Pedro de Córdoba. Esta expedición tuvo que seguir el único
rumbo conocido en ese tiempo, establecido por Cristóbal Colón, que era la vía
de las perlas hasta la desembocadura del río Cumaná por el golfo de Cariaco. El
primero de septiembre de 1513 según Bartolomé de Las Casas, otros autores la
ubican en 1514; Fray Pedro de Córdova, Vicario de las Indias, envía desde La
Española, una expedición conjunta con los franciscos, bajo el mando del
dominico Fray Antón de Montesinos; Fray Francisco de Córdoba, según Las Casas,
era franciscano, recientemente se dice que era dominico –Vicente Rubio-; y el
lego Juan Garcés; para fundar la primera misión en tierra firme americana
(suceso narrado en cédula real del 3 de septiembre de 1516). Montesinos no pudo continuar en
la expedición por haberse enfermado, y se quedó en la isla de Puerto Rico.
Afirma Las Casas que en septiembre de 1513 otros que en 1514, arribaron a
nuestra tierra los primeros misioneros, y permanecieron en el Puerto de Las
Perlas, creando las bases de la primera misión en tierra firme. Estos dos
religiosos fueron sacrificados por los indígenas en venganza por las tropelías
cometidas por corsarios españoles, que secuestraron al cacique Don Alonso y a
sus familiares para venderlos como esclavos. El cacique Cumaná fue bautizado en
Santo Domingo con el nombre de Alonso.
Nota:
En junio de 1519, Francisco del Castillo, declaró haber sido el piloto de la
nave que llevó a los dos dominicos, y Juan Fernández, piloto de una carabela
dijo que había ayudado en ello.
DESDE
EL AÑO 1513 HASTA 1514.
Fray
Francisco de Córdoba, oficia en Cumaná, la primera misa en la tierra firme
americana. Hecho este admitido por la Iglesia Católica. Además, está dentro de
la lógica, porque era la obligación de Fray Francisco, y venía suficientemente
dotado para ello, según las cédulas reales del 10 de junio de ese mismo año,
que ordenaba que fuera provisto de todo lo necesario para dar misas. Es muy
posible que Francisco oficiara la primera misa en la tierra firme el mismo día
que pisó tierra cumanesa, y luego las continuó oficiando hasta su muerte...
AÑO
1514.
Por
orden de Fray Pedro de Córdoba, Vicario de las Indias, los misioneros: Fray
Francisco Fernández de Córdoba y el lego Juan Garcés, inician la construcción
del primer convento y la primera escuela en la tierra firme, en la antigua
desembocadura del río Cumaná, en el sitio de los Cerritos que se conoce
actualmente como “Los Castillitos” en el Barbudo – Cumaná. Esta escuela dio
inicio al pueblo de Córdoba en la orilla del río “Chiribichi, la última luenga”,
Cumaná nació de esa escuela.
El
21 de agosto del mismo año. Una expedición corsaria al mando de Gómez de
Rivera, llega al Puerto de Las Perlas, se hospedan por varios días en la misión
de Córdoba y Garcés, ubicada en la desembocadura del río Chiribichii o río
Cumaná; seducen al cacique bautizado con el nombre de Alonso, y lo invitan, en
unión de sus familiares y sirvientes, a conocer sus barcos; ya en ellos, los
indígenas son sometidos, encadenados y encerrados en las bodegas, y los
maleantes parten hacia la Española, donde los venden como esclavos. Estos
hechos alcanzan notoriedad y trascendencia, han sido narrados en muchas formas,
hay expedientes judiciales, testimonios, mucha correspondencia, sobre este
hecho que marca de manera dramática los primeros días de la conquista pacifica
de la tierra firme, y por ende, del plan de Córdoba.
El
cacique Alonso de Cumaná, de la etnia chaima, conocía a los españoles y a la
Isla de Santo Domingo, fue llevado, probablemente, en uno de los viajes cortos
de Colón; debemos recordar que Alonso recibió a los Colones en tres
oportunidades, y estuvo en el convento de los dominicos, conoció a Pedro de
Córdoba y al lego Juan Garcés, que hablaban su lengua, e hizo amistad con
ellos.
La
expedición corsaria fue organizada el 5 de agosto de 1514 se reunieron en la
casa del Lcdo. Marcelo de Villalobos, en Santo Domingo, personas, entre los
cuales estaban: el Lcdo. Juan Ortiz de Matienzo, colega de Villalobos; Gil
González Dávila, contador de la Isla; Juan de Ampiés, factor de la misma; Pedro
de Ledesma, secretario de la Real Audiencia; Cristóbal Sánchez Colchero,
naviero; Juan de León, vecino de Santo Domingo; Gómez de Ribera; Diego
Caballero, Bartolomé Palacios, Diego Bernal, y Juan Fernández de las Varas, el
cual se hizo representar por un tercero”.
AÑO
1515.
Martirio
de los misioneros... La sentencia de los misioneros
se cumplió a finales de Enero de 1515, porque Pedro de Córdoba llegó al Puerto
de Las Perlas a saber de ellos, a principios de febrero de 1515, porque la
expedición de Gómez de Rivera, llegó al Puerto de Las Perlas, entre finales de
septiembre y octubre de 1514, fecha deducida; además los asaltantes pasaron
varios días en la misión de Córdoba, de acuerdo al relato de Las Casas; y, con
toda seguridad los indígenas cumplieron el plazo de cuatro lunas, que
concedieron, como él lo dice.
Con
esta acción de la justicia indígena, se inicia la heroica resistencia de los
indios chaimas de Cumaná, comandados por el cacique Orteguita, que cumplía
órdenes de la tribu, amotinada contra los misioneros que alegaban su inocencia,
pero ya habían sido sentenciados a muerte.
Pedro
de Córdoba viajó al Puerto de las Perlas, en febrero de 1515 para conocer la
suerte de los rehenes y llevar nuevos misioneros. Dice Vicente Rubio: “Tengo
para mi que eran Fray. Tomás de Toro, y tres o cuatro dominicos más, cuyos
nombres ignoramos, los cuales marcharon allá con el P. Pedro de Córdoba en
fecha posterior al 10 de febrero de 1515, a fin de indagar la suerte que habían
corrido el Padre Fernández de Córdoba y el hermano Garcés. A estos se agregarían
luego los dos o tres que más tarde arribaron allí para devolver a los indios
liberados de su cautiverio”. Lo que quiere decir que la misión dominica de
Cumaná se estableció y prosperó. Construyeron un monasterio que podemos
observar en el medallón de 1600.
Este
secuestro del cacique Cumaná, conmueve los cimientos del imperio, se levanta un
expediente contra las autoridades de Santo Domingo, los dominicos ponen en tela
de juicio la autoridad del Rey Fernando; envían a fray Antón de Montesinos a la
Corte, y el mismo Pedro de Córdoba, se traslada a defender a los indígenas;
logran rescatar a muchos cautivos, pero no puede hacer nada por el cacique
Cumaná y su mujer. De estos sucesos, Bartolomé de Las Casas, escribe la crónica
más dramática de los inicios de la evangelización americana. Las Casas dice que
tuvo conocimiento de estos hechos, narrados por los propios protagonistas en
Cumaná. Todo este suceso consta en expedientes y cartas en los archivos de
Santo Domingo y en Sevilla.
En
el mismo año de 1515, Fracasó de la segunda expedición fundante de Fray Pedro
de Córdoba a la provincia de tierra firme. Tomado de Historia de las Indias.
Las Casas viaja de Cuba a Santo Domingo para entrevistarse con Pedro de
Córdoba. Llegó en el momento en que Pedro de Córdoba expedicionaba a Cumaná, y
una tormenta lo obligó a volver a puerto. Éste tropiezo, sin embargo, permitió
que se entrevistaran los dos grandes hombres y conciliaran sus esfuerzos a
favor de los indígenas. En esta segunda expedición, iban con Pedro los
misioneros Picardos y su vicario Johan Garceto. De esta expedición no hablan
los historiadores que confunden los hechos fundantes porque los desconocen o no
les interesan. En el conocimiento de Pedro de Córdoba y la secuencia de las
tres expediciones a Cumaná, ésta la clave de sus equivocaciones.
Cumaná fue fundada por el evangelizador Fray Pedro de Córdova el 27 de noviembre de 1515. Fue la primera ciudad que la corona española estableció en el llamado nuevo mundo
Cumaná fue fundada por el evangelizador Fray Pedro de Córdova el 27 de noviembre de 1515. Fue la primera ciudad que la corona española estableció en el llamado nuevo mundo
El
27 de noviembre de ese año, fecha aceptada por el Concejo Municipal de Cumaná,
propuesta por el cronista Dr. José Mercedes Gómez, correspondiente a la segunda
expedición fundante, de Pedro de Córdoba, al Puerto de Las Perlas, en ese año
de 1515, se consolida la misión dominica y nace la franciscana de Juan Garceto,
en la tierra firme americana, a un tiro de ballesta desde la orilla de la
playa, en la desembocadura del río Chiribichii o Cumaná, por el golfo de
Cariaco, que dan inicio a la ciudad de Nueva Córdoba. Las dos misiones aparecen
juntas en el plano y en medallón de 1600.
LOS
HECHOS.
Pedro
de Córdoba, repuesto de su fracasada segunda expedición, organiza la tercera
con los mismos protagonistas. Según Las Casas, parte de la expedición desde
Santo Domingo, con misioneros franciscanos de Picardía y misioneros dominicos
españoles. Los de Picardía se asientan en Cumaná, bajo el mando de Johan
Garceto; y los dominicos en Santa Fe de Chiripichí, segunda misión fundada por
Pedro de Córdoba, que deja bajo el mando de Fray Pedro de Ortiz. Estas
expediciones para Cumaná, seguían la ruta establecida en los mapas de Colón,
navegaban hacia el sudeste, hacia las islas de Cuba y Puerto Rico, luego
navegaban hacia el sur y sureste hasta que divisaban las costas de Araya y las
alturas del Bergantín, luego entraban al golfo de Cariaco y al río Cumaná. Era
el mismo trayecto indicado por Colón en sus viajes cortos a la tierra firme; no
había otro rumbo conocido en esos tiempos. Desde Cumaná se organizaban las
otras expediciones, los navíos avanzaban sobre la costa de Maracapana, Santa fe
y Pozuelo. Los Franciscanos, picardos y de otras nacionalidades, de acuerdo con
nuestro itinerario, han debido llegar a Cumaná en el mes de octubre de 1515.
Los
primeros frailes que conformaron la misión de Cumaná, por los dominicos, son:
Fray Francisco Fernández de Córdoba, con el lego Juan Garcés, Tomás de Toro, y
tres o cuatro cuyos nombres no se han revelado, y por los franciscanos que
fueron con Juan Garceto, picardos y de otras nacionalidades, son: fray Juan
Flamigi (flamenco), fray Ricardo Gani de Manupresa (inglés), fray Jacobo
Hermigi, fray Ramgio de Faulx, fray Jacobo Escoto (escocés), fray Juan de
Guadalajara, y fray Nicolás Desiderio, que continúan el trabajo iniciado por
sus predecesores mártires; refundan la escuela para los niños indígenas,
construyen un monasterio, reconstruyen una iglesia que había sido destruida por
los indios, e inician y terminan otra iglesia, todo ello puede verse en dibujos
y planos de esa época.
AÑO
1520.
El
19 de septiembre, estando los indígenas en pie de guerra, arriba a las costas
de la provincia de Cumaná una expedición de tratantes de esclavos, bajo el
mando del Capitán Hernando Ibáñez, y caen en una emboscada ejecutada por
Maraguey y Toronoima, estos caciques convocaron todos los caciques indígenas de
sus reinos. Bartolomé de Las Casas dice “se apellidó la tierra” con ello quería
decir que las maderas sonaron a muerte y aquellos hombres suscribieron el primer
acto de guerra contra los invasores, se inició así la resistencia indígena,
luego miles de aborígenes en los reinos de los Chaimas, Tagares y Cumanagotos,
levantados en armas defenderían su territorio contra elementos de guerra
desiguales; en esta acción en el valle del Chiripiche, mueren decenas de
indígenas pero también rinden sus vidas el Capitán Ibáñez y todos sus hombres,
en el fiero combate.
La
guerra continuó, y otra expedición de 46 hombres, bajo el mando de los
capitanes Villafañe y Gregorio Ocaña, con el mismo propósito, es íntegramente
sacrificada en otra batalla planificada y ejecutada por los mismos caciques,
después de terribles y dramáticos combates. Estos heroicos caciques fueron
ejecutados, pero sus huestes nunca fueron derrotadas, Cayaurima los aglutina y
los convierte en un ejército indomable que mantuvo la resistencia por más de
cien años.
AÑO
1521.
La
audiencia de Santo Domingo, alarmada por estos sucesos, envió a Cumaná, una
expedición punitiva de seis naves de guerra y 240 hombres fuertemente armados
bajo el mando del Capitán Gonzalo de Ocampo, para derrotar y castigar a los
indígenas. Entró a sangre y fuego por Maracapana, donde derrota al valiente
cacique de los Tagares, Toronoima llamado Gil González, el cual pereció en una
trampa, una lucha a cuchillo, bajo las aguas de Pertigalete. Luego la
expedición pasó a la Nueva Córdoba, muchos indios que fueron a recibirlos como
tantas veces lo habían hecho, fueron atrapados y ajusticiados en emboscadas,
dentro de las mismas embarcaciones, luego colgaban los cuerpos en los palos de
los barcos para aterrorizar a los indígenas.
Gonzalo
de Ocampo, ese mismo año de 1521, fundó un pueblo dentro de los límites del
pueblo indígena de Cumaná, al que llamó Villa de Toledo, donde construyó un
fuerte y 25 casas, existen mapas de la época que lo ubican en el centro de la
ciudad de Cumaná.
El
pueblo chaima de Cumaná tenía doscientos bohíos o churuatas y una población
aproximada de 15 mil habitantes, estaba ubicado a media legua río arriba, desde
la desembocadura, río Chiribichii, nombre indígena o Cumaná, por cierto, en el
centro actual de Cumaná. Gonzalo de Ocampo estuvo en la Villa de Toledo hasta
que llegó Fray Bartolomé de Las Casas, en agosto de 1521, enseguida partió con
su expedición cargada de esclavos, casabe, maíz, pescado salado y perlas, que
luego vendió en Santo Domingo para justificar y pagar los gastos de la
expedición. Gonzalo de Ocampo complotó contra Bartolomé de Las Casas, aunque
éste lo niega en su historia, y lo despojó de gran parte de los colonos que
trajo el fraile. No es justo que a este bárbaro lo tengan algunos historiadores
y desprevenidos, por fundador de Cumaná. Nuestro pueblo altivo es una realidad
mágica fundado por Pedro de Córdoba.
Bartolomé de Las Casas gran defensor de los indígenas |
La
traición de Francisco de Soto. Bartolomé de Las Casas desesperado por la situación creada
por las constantes incursiones de naves españolas que se dedicaban a “resgatar”
indígenas para venderlos como esclavos, decide ir hasta Santo Domingo para
hacer valer sus derechos en tierra firme, dejando encargado de sus bienes al
Capitán Francisco de Soto, con dos navíos, la tripulación y muy bien
pertrechados. Soto desobedeciendo las órdenes del fraile se dedica al comercio
de esclavos. Los indígenas, bajo el mando del Cacique Tacal llamado Diego, y
Caicuire, probablemente hijo del cacique Cumaná, se amotinan y atacan las
misiones dominicas y franciscanas, que para ese momento contaban con numerosos
pobladores y nueve sacerdotes. Los indios lo destruyeron todo; en el asalto a
las misiones murió Fray Dionisio, que no pudo embarcarse y se escondió el la
huerta, al parecer sacrificado por un indio cristianizado llamado Ortega u Orteguilla.
El traidor Francisco de Soto, que había logrado embarcarse hacia Araya, tocado
por un dardo emponzoñado con el mortífero Curare, también murió. Tenemos que
decir que Bartolomé de Las Casas al igual que Pedro de Córdoba, fue un valiente
defensor de la causa indígena.
La
toma de Cumaná en 1521, señalaba la historia del heroico pueblo cumanés,
producto del mestizaje de razas bravías e indomables.
Continuando
en el mismo año de 1521, los indígenas cumaneses, en cientos de curiaras, bajo
el mando de indígenas formidables, como: Tacar bautizado Diego, Caicuire,
llamado Caigüire, Sacana, Nicoto, Güaipata, Querecrepe, Chacopata, Macatoa,
Cüarica, Querepana, Omegüa y Charaima, padre de la cacica Isabel, la madre de
Francisco Fajardo, invaden la Nueva Cádiz, en la isla de Cubagua, la toman y
destruyen todo cuanto había en la floreciente ciudad de las perlas.
Nota:
Las etnias más importantes de la provincia de Cumaná en esos años, eran:
Chaimas, Coacas, Tagares, Chaimagotos, Onas, Cumanagotos, Chacopatas, Pariagotos,
Tapacuares, Caribes, Aruacas o Arawacos, Cacheimes y Chacachacares. Los
caciques más destacados de la provincia de Cumaná, eran: Cumaná, bautizado
Alonso, Tacar bautizado Diego, Caicuire, llamado Caigüire, Sacana, Nicoto,
Güaipata, Querecrepe, Chacopata, Macatoa, Cüarica, Querepana, Omegüa, Charaima; y, de otras etnias o
naciones: el imponderable Cayuarima, Toronoima, llamado Gil González, Maragüey,
Cariaco, Cucuy, Cuserú, Chacomar, Güaramentar, Juan Cavare, Manoa, Mayucarí,
Maicana, Querepana, Tiricura, Queneriqueima, Tucubera, Uriapari, Zapata y
Paria.
A
finales de este año 1521, ya las misiones del pueblo de Córdoba, habían sido
reconstruidas, y el emperador Carlos V erige la Provincia, a la cual le da el
nombre con el cual la había bautizado Ojeda, Nueva Andalucía, le da por capital
a la Villa de Toledo, de la cual dice Bartolomé de Las Casas “Ni que la nombre
Sevilla, la habitarán los indios”, pero ya florecían las misiones con el nombre
de pueblo de Córdoba, tenía dos iglesias y una escuela para niños, ubicadas en
la desembocadura del río, le nombra obispo y manda construir cinco iglesias
más. Pasó mucho tiempo antes de que se mudara la Nueva Córdoba para el llano de
Cumaná, que ocupaba la villa de Ocampo.
AÑO
1522.
Debido
al estado de guerra en que se encontraban los indígenas de la provincia de
Nueva Andalucía, con todos los caciques armados y preparados para la guerra,
ocupando las mejores posiciones en las costas; la audiencia de Santo Domingo,
envía otra expedición punitiva compuesta por 60 hombres de guerra, bien
pertrechados bajo el mando de Jácome Castellón Suárez, con sus famosos
subalternos el teniente Villacorta y Pedro de Isasga. Castellón o Giácomo Castiglione,
es un hombre rico y poderoso de la Nueva Cádiz, que se dedica a la explotación
de las salinas de Araya y sobre todo a la trata de esclavos; viene provisto de
mosquetes y caballos, que pisan por primera vez la tierra firme. La resistencia
indígena, sobre todo los Chaimas de Cumaná, abandonan las costas y se internan
en las selvas, pero quedan los pobladores indefensos, sobre todo ancianos,
mujeres y niños y uno que otro cacique y guatiaos. Castellón se ceba en esos
pobladores, los somete a sangre y fuego. Con armas terribles fácilmente logra
la victoria pírrica, luego conviene en una alianza con el cacique Tacal,
llamado Don Diego, seguramente hermano de Cumaná, llamado Alonso, que
permanecía cautivo en Santo Domingo. Diego que se había refugiado en Mochima,
firma la paz con Castellón para evitar más derramamiento de sangre, y se dedica
con Castellón, a la reconstrucción de las misiones dominicas y franciscanas de
la desembocadura del Chiribichii. Castellón le da el nombre al pueblo formado
con las misiones, de Nueva Córdoba, en testimonio y homenaje a fray Pedro de
Córdoba, su verdadero fundador, que había muerto en Santo Domingo.
AÑO
1523.
Castellón
inicia la reconstrucción de la fortaleza abandonada por Bartolomé de Las Casas en la
desembocadura del río Cumaná por el golfo de Cariaco, para ello trajo de Santo
Domingo y Cubagua el personal necesario. López de Gómara dice que “Perdía mucho
el Rey con perderse Cumaná porque cesaba la pesca y trato de las perlas de
Cubagua”; y entonces Castellón hizo aquí, el papel de pacificador.
AÑO
1528.
El emperador Carlos V, concede Escudo de armas a Jácome Castellón, con las
siguientes características: Sobre campo verde, la silueta de la fortaleza donde
se destaca la torre. En campo lateral derecho, el río Cumaná, y al pie un yugo
de oro, como símbolo del dominio sobre la provincia y sobre las cabezas de
cuatro capitanes principales, a los cuales ajustició a los pies de la
fortaleza. A los lados en orladura, ocho llaves de plata en campo rojo, que
sugieren la autoridad del Alcalde. Castellón obtiene fundando prestigio ante el
Rey, su éxito queda demostrado con el envío a la corona en perlas, del
equivalente a 200 mil pesos en oro. Castellón gobernó la provincia de Nueva
Andalucía por 10 años.
AÑO
1530.
Primer
terremoto en Cumaná el 1ro de septiembre de ese año. Siendo Jácome Castellón,
gobernador de la provincia de Nueva Andalucía se produjo el primer movimiento
telúrico que tengamos noticias y desde que llegaron los españoles a nuestro
suelo. Según Las Casas, el propio Jácome Castellón lo describe en toda su
crudeza. El mar se levantó 20 pies sobre su nivel ordinario y arrasó el fuerte
y la misión. Castellón construye otro fuerte en la parte más alta de los
cerritos que bordean la desembocadura del río, protegiendo con una gran
empalizada y permanece dos años más en Nueva Córdoba, que empieza a extenderse
por ambos márgenes del río.
Ese
mismo año, el emperador Carlos V, decreta la abolición de la esclavitud de los
indígenas que se resistieron a la conquista.
AÑO
1531.
El
16 de marzo de ese año, el Teniente Mayor Gil González con 150 hombres, tomó la
ciudad de Nueva Córdoba, cumpliendo órdenes del Capitán Don Diego de Ordaz, que
con el título de Gobernador y Capitán General de las tierras por él
conquistadas, expedicionó con tres naves bien pertrechadas, sobre la península
de Paria y Cumaná.
Ese
mismo año de 1531 acontecieron otros eventos importantes para la historia de
Cumaná, tales fueron:
•
Jácome Castellón, con la colaboración de las fuerzas de Nueva Cádiz, derrota al
Teniente Mayor Gil González, lo apresa y lo expulsa de la ciudad con los
hombres que le quedaron.
•
Carlos V, deroga la ley que permitía la esclavitud de la etnia Caribe.
•
Don Diego de Ordaz, con 4 piraguas, tripuladas por 20 españoles y algunos
indígenas, incursiona sobre la ciudad de Nueva Córdoba, entrando por el río
Cumaná. Tratan de asaltar la fortaleza, y son derrotados por Castellón quien
apresa a Ordaz y envía a Nueva Cádiz, de donde lo remiten a España. Don Diego de
Ordaz, en trágicas circunstancias, muere envenenado en la travesía...
•
Jácome Castellón construye otro fuerte protegido por una extensa cerca de buena
madera, abundante en los manglares de la zona, esta cerca protectora, rodeaba
todo el poblado y la misión, e intenta reconstruir el fuerte que ahora formaba
una isla en la desembocadura del río, pero el gobierno de Nueva Cádiz le negó
ayuda y los recursos necesarios para la obra. Existen dibujos de la fortaleza
antes y después del terremoto de 1530, atribuidas a Castellón.
AÑO
1533.
En
marzo de este año, el Emperador Carlos V, cede a las peticiones de la Nueva
Cádiz, y somete a su jurisdicción la provincia de Nueva Andalucía, pese a las
protestas de Castellón y de los habitantes de Cumaná.
AÑO
1534.
La
provincia de Nueva Andalucía padece una terrible sequía y un calor abrasador.
Fue un fenómeno continental, similar al que ha sido bautizado recientemente
como El Niño. Sin embargo, en la Historia de Venezuela de Guillermo Morón, se
publican las listas de colonos que arribaban al puerto de Cumaná, desde 1534.
AÑO
1542.
En
una expedición bajo el mando del gobernador de Margarita, Don Pedro de Herrera
y Jerónimo de Ortal, llega a Cumaná el investigador e historiador Girolano
Benzzoni, que hace una esquemática descripción de nuestro pueblo en su
“Historia del Nuevo Mundo”, obra publicada en Venecia en 1565. Da testimonio
del fuerte de madera construido por Castellón después del terremoto que había
destruido por completo el primer fuerte de cal y canto, de que tanto se ufanaba
el conquistador. También da noticias de la Villa de Toledo, fundada por Gonzalo
de Ocampo, de la cual quedaban algunas casas, y de la pesca de perlas en el
golfo de Cariaco.
Ese
mismo año de 1542, los holandeses, con una poderosa flota, se apoderan de la
península de Araya, explotan sus salinas, y se dedican al comercio con las
islas de las Antillas que habían caído bajo su poder. Gobernaron en Araya hasta
1622.
AÑO
1562.
Felipe
II. Para fundar y pacificar en la tierra firme, envía a fray Francisco de
Montesinos, que es recibido por los habitantes de la Nueva Córdoba, en jubilosa
asamblea, con tañido de campanas, conocedor de las hazañas del fraile ante el
temible López de Aguirre. El primero de febrero de ese mismo año instala el
primer ayuntamiento cumanés, de que se tenga noticia. Nombra primer Alcalde de
la ciudad de la Nueva Córdoba, verdadera y única capital de la provincia de
Nueva Andalucía, a Don Bartolomé López. Alguacil Mayor a Don Andrés del Valle;
Regidores a Don Martín Sánchez y Don Juan del Valle. Procurador Don Hernán
González. Tesorero Don Francisco Fajardo, el hijo de la cacica Isabel;
Secretario, don Hernán López. Entre estos nombres que saltan a las páginas de
la historia, están el de don Andrés del Valle, primer amerindio cumanés electo
por el pueblo para un cargo oficial en América continental, y el de Don
Francisco Fajardo, héroe legendario que dice ser natural de Cumaná. Todos estos
fundadores ya estaban casados, tenían casa y familia en la Nueva Córdoba.
Ricardo Ignacio Castillo Hidalgo, en su obra “Asentamiento Español y
articulación interétnica en Cumaná”, no toma en cuenta las iglesias, las
misiones ni a los misioneros que vivían en la Nueva Córdoba. El padre Alexader
Castro, si lo investigó en el Archivo de Indias, y trajo datos de las
reparaciones que hicieron en esas iglesias en los tiempos de Castellón, son las
iglesias que aparecen en el medallón de 1600.
Ese
mismo año, la Audiencia de Santo Domingo destituye a Fray Francisco de
Montesino y nombran justicia mayor de Cumaná, a Don Alonso Cobos.
AÑO
1564.
Muerte
de Fajardo. El Capitán Don Francisco Fajardo, mestizo hijo de la india Isabel,
nieto del cacique Charaima, se había destacado en la conquista del Valle de los
Caracas. Sus hazañas legendarias animaban todas las conversaciones del asiento
colonial, y el Justicia Mayor Alonso Cobos lo envidiaba. En ese aciago año,
acampaba Fajardo con sus fuerzas a orillas del río Tacal o Bordones. Cobos con
astucia lo atrajo a Cumaná, lo apresó y después de torturarlo despiadadamente
lo asesino con sus propias manos y expuso su cadáver al escarnio público en la
plaza de la ciudad. Al conocer la noticia del asesinato de Fajardo, los
margariteños, bajo el mando de Pedro de Vielma, asaltan la Nueva Córdoba, o
Cumaná, hacen prisionero al Justicia Mayor Alonso Cobos, lo conducen a
Margarita y después de ser juzgado en apelación en Santo Domingo, lo someten a
la misma muerte que le dio a Fajardo, arrastrado por caballos y luego colgado
en la plaza pública. En el expediente de la muerte de Fajardo hay una
descripción del pueblo de la Nueva Córdoba.
AÑO
1565.
El
pirata John Hawkins, con una poderosa flota invade las costas de Cumaná, pero
fracasan en el acoso de la ciudad de la Nueva Córdoba, toman las salinas de Araya,
que estaban en poder de los holandeses, y escapan con sus barcos cargados de
sal.
AÑO
1569.
El
13 de octubre de ese año, llega Diego Fernández de Serpa a Cumaná. La expedición de Diego Hernández de Serpa a Cumaná fue de las mejores
organizadas desde España que fueron enviadas al Nuevo Mundo. Llegó a Margarita el
4 de octubre de ese mismo año, en los navíos Nuestra Señora del Angel, San
Pedro, Santiago y San Vicente, más otra nave que adquirió en las Islas
Canarias. Fue nombrado
por Felipe II, Capitán General y Gobernador de la Provincia de Nueva Andalucía,
que se extiende del río Unare hasta la península de Paria y desde allí hasta
los confines del río Esequivo. Don Diego Fernández de Serpa organiza la ciudad,
nombra dos Alcaldes: Germán López de Pedroza y Juan Rangel; ordena la
construcción de la iglesia matriz y 150 casas en el llano de Cumaná, y levanta
el acta de refundación, en la cual se le da el nombre definitivo de Santa Inés
de Cumaná. El intrépido conquistador muere en una emboscada preparada por su
subalterno, el desertor Joan de Salas, junto con el cacique cumanagoto
Francisco el Viejo, cuando intentaba recorrer los infinitos horizontes de su
gobierno. Serpa muere en la Sabana de Cotoperí, al parecer, en lucha a muerte
con el intrépido indio Zacarías.
AÑO
1572.
Santa Inés Patrona de Cumaná |
Tres
días duró el asalto, tres días de lucha, de hechos heroicos de parte y parte,
pero los invasores son numerosos y agresivos, los defensores ven menguadas sus
fuerzas, la lucha se hace cada vez más terrible; Juan Rengel Durán, el guía, el
capitán de los colonos, muere en el campo de batalla; los indígenas han salvado
las defensas y obstáculos, llegan a las puertas de la iglesia, donde sólo oyen
los cánticos de las mujeres y los niños, y entonces, respetuosos del heroísmo
de aquellos pobladores ordenan la retirada. ¡Milagro! Grita el pueblo
congregado.
AÑO
1574.
Asume
la gobernación de Cumaná Garci Fernández de Serpa. Sustituye en el gobierno de
la provincia a Adriano Padilla, que había sido nombrado por el Ayuntamiento. De
las noticias que hemos reunido, sabemos que este gobernador heredó los derechos
de su padre, tal como se estableció en la Capitulación de Felipe II con Diego
Fernández de Serpa. Logró la estabilidad del poblado, atrayendo a muchos
colonos. El presbítero Antonio Patricio de Alcalá, muy autorizado por ser quien
hizo la investigación de la primera parte del “Consectario de Cumaná”, afirma
que este Garci Fernández era sobrino y no hijo de Fernández de Serpa. Después
de la muerte de Garci Fernández, en 1584, ejercen el poder dos interinos: don
Pedro Pérez de Almazán y don Felipe Torrellas de Linares, nombrados por el
Ayuntamiento Cumanés, de los cuales no tenemos ninguna información, sin embargo,
podemos asegurar que durante su gobierno continuó la obra colonizadora, y por
lo tanto el establecimiento y consolidación de muchas instituciones. En la
Nueva Andalucía florecían iglesias y monasterios, solo en Cumaná, sabemos de la
existencia de cinco iglesias por las cédulas reales que indican la asistencia
del Rey a esas iglesias y monasterios en toda la provincia.
Es
importante señalar que el puerto de la Nueva Córdoba, en esos años era muy
activo, según Guillermo Morón, por él entraron todas las expediciones que
vinieron de España y Santo Domingo a la Tierra Firme, a partir de 1538 y se
conservan las listas de ingreso de los colonos por el puerto de Nueva Córdoba.
En
el Consectario se dice que su hijo Alonso Fernández de Serpa casó con Leonor
Rengel en primeras nupcias, y en segunda con María Cervantes, de ambas hubo descendencia.
Don Alonso murió en Cumaná en 1636.
AÑO
1576.
El
célebre capitán Barker, con una poderosa flota pirata, intenta tomar la ciudad
de Nueva Córdoba, pero es rechazado, y al igual que John Hawkins, surge en
Araya y se va con sus barcos repletos de sal.
DESDE
EL AÑO 1585 HASTA EL AÑO 1586.
A
la muerte de Garci Fernández de Serpa, se produjo un vacío de poder, Cumaná
padecía, por falta de gobierno legítimo, el pueblo estaba disperso y a punto de
disolución. El gobierno pasó a diferentes personalidades, pero desasistidas del
poder real. Entonces se puso el caso ante la Audiencia de Santo Domingo, la
cual se decidió por Rodrigo Núñez de Lobo, Caballero de la Orden de Santiago de
origen portugués, inició su gobierno en 1588. Resistió la oposición de los
criollos y españoles de Cumaná, hasta que fue sustituido por don Pedro Pérez de
Almazán, alcalde con carácter de gobernador interino, nombrado por el Cabildo,
antes de terminar, don Rodrigo, su primer año de gobierno. Ramos Martínez,
menciona que durante su gestión, Cristóbal Cobos, abogado hijo de Alonso Cobos,
que se consideraba con derechos hereditarios, inicio la conquista del
territorio de los cumanagotos por mandado de Luis de Rojas, gobernador de la
provincia de Venezuela, y dio principio a la fundación del pueblo de Apaicuare,
que fue después agregado a San Cristóbal, iniciado por Serpa, que fue después
Barcelona.
DESDE
EL AÑO 1586 HASTA EL AÑO 1595.
FRANCISCO
DE VIDES. Este personaje llega a Cumaná investido no solo como gobernador de la
provincia de Nueva Andalucía, sino como capitán conquistador con jurisdicción
en el vasto territorio que se extiende desde el río Uchire hasta el Marañón,
incluyendo las islas de Trinidad, Granada y Tobago. Para ejercer el cargo
partió de Sevilla con un ejército y dos navíos: Nuestra Señora de Rosario y
Nuestra Señora de la Concepción, generosamente apertrechados, con los cuales
llega a Cumaná en 1592. Ejerció el cargo sangrienta y dictatorialmente, por 10
años; esclavizó asesinó y persiguió centenares de indígenas, hasta que
denunciado fue llevado a España, donde fue juzgado y encarcelado.
AÑO
1591.
El
pirata Walter Raleigh invade la Nueva Córdoba. Finalizando el siglo XVI, en
1591, fue atacada la ciudad, por Sir Walter Raleigh, célebre entre los piratas
del caribe, gozaba de reconocida fama como salteador de pueblos costeños.
Luego
de intentar apoderarse de Guayana, y colonizar para el imperio Inglés, toda la
extensa región que baña el Orinoco y el Esequivo, con miras a la búsqueda del
mítico Dorado, Raleigh, que ya había tenido que abandonar su proyecto de
Guayana, incursionó en Trinidad, y asaltó su capital, San José de Oruña,
haciendo preso al Gobernador, Don Antonio de Berrios; y decidió atacar a
Cumaná.
El
24 de julio se acerca al puerto y desembarca un destacamento de 210 hombres, en
chalupas y bateles. Ante la invasión las milicias y fuerzas regladas se
repliegan. Francisco de Vides está al frente, la lucha es encarnizada. El
pueblo es sometido al saqueo y al fuego, pero la resistencia no decae ni un
momento. El invasor ve morir al capitán Galfielde y al oficial Grenville,
sobrino de Raleigh. El presuntuoso pirata, derrotado, abandona la ciudad, se rinde,
pero negocia la rendición con la entrega del gobernador Berríos en canje de
prisioneros.
Orgulloso
Vides, de su victoria, da cuenta al Monarca: “Hoy viernes 30 de este mes, se ha
hecho a la vela el inglés. Lleva la vuelta de Macanao. Dícese va a Inglaterra y
no tan bien parado como quisiera” …
AÑO
1595.
Amias
Preston, célebre pirata inglés, al igual que Barker y Hawkins, intenta tomar la
Nueva Córdoba, se conforma con llenar sus barcos de sal.
AÑO
1654.
En abril de este año
piratas franceses asaltaron la iglesia de la Nueva Córdoba y la destruyeron
pero el padre Antonio Patricio de Alcalá pudo salvar algunos archivos con los
cuales dio inicio al Cosectario.
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