El
uso inmoderado del teléfono celular o móvil es una clase de adicción a la
tecnología que puede contribuir a desarrollar actitudes de dispersión, ansiedad
e intolerancia e incluso actitudes delictivas para financiar la adicción. Son
más vulnerables las personas jóvenes, que desean tener siempre la última
versión tecnológica, con lo que sienten que mejora su status y su autoestima, y
no pueden tener ratos de silencio y de soledad, que permiten pensar, hacer
tareas cotidianas, dedicar un tiempo a la lectura o ser más uno mismo.
Las
adicciones tecnológicas tienen parecido con otras adicciones y pueden incluir
además el uso indiscriminado del Internet, de los videojuegos, reproductores de
música MP3 o la televisión misma.
Cómo
identificar algunas de las conductas más comunes de los usuarios que han
incurrido en alguna forma de adicción al celular.
1.-
Teléfono en todas partes: cuando la persona no puede separarse del celular ni
para ir al baño, en clases, o reuniones familiares.
2.-
Actitud de malestar: Cuando se siente molesto si se le olvida el celular en
algún lugar o carece de dinero o crédito para que siga funcionado.
3.-
Cambios en hábitos: Cuando modifica hábitos de sueño por hablar a altas horas
de la noche.
4.- Se desconecta del “mundo real”: Su mundo es la comunicación por el móvil, pero existe una total lejanía de las personas que lo rodean, ya sea su familia, trabajo o escuela.
5.-
¿Es un experto?: Su ansiedad por llamar o recibir mensajes y tener lo último en
tecnología le crea una sensación de que se ha convertido en un “experto” del
aparato.
6.-
La factura del celular: Cuando el pago de tarjetas o cuentas supera el gasto
mensual presupuestado para este servicio.
7.-
Actitud delictiva: Llega a cometer algunos hurtos para poder comprar un
teléfono o pagar la renta del teléfono móvil.
8.-
Un síntoma de adicción tecnológica es por ejemplo dedicar más de diez horas a
un videojuego.
9.-
Un adicto a la tecnología puede ser quien envía en promedio por celular
doscientos mensajes diarios.
10.-
Un estudio realizado en España entre dos mil doscientos jóvenes, se encontraron
signos de adicción tecnológica en un setenta por ciento.
11.-
Puede considerarse afectado por la tecnología si a diario navega por Internet
ocho horas o más.
12.-
Añadimos que una persona con adicción al celular se la pasa llamando, enviando
mensajes, o si no, mirando permanentemente la pantalla para ver si alguien está
llamando.
Ahora
se ha vuelto frecuente que durante reuniones que requieren concentración, actos
religiosos, proyecciones de cine, etc. se solicita a los asistentes que apaguen
sus teléfonos celulares para no interrumpir a los demás y permitir su misma
concentración.
La
tecnología –el celular entre ellas- representa un gran avance en la modernidad,
pero lo natural es usarlo de una manera normal, sin ansiedades, para urgencias
o asuntos de verdadera utilidad, como negocios, o para informar brevemente su
ubicación e indicar hacia donde se dirige, si por ejemplo tiene una cita o a
otra persona necesita decirle algo especial.
Esta
adicción a las nuevas tecnologías se puede dar por una falta de objetivos o por
la inestabilidad de la persona ante tantas incertidumbres que debe afrontar. A
ello también podría contribuir alguna falta de valores, que haría que haya
personas que se hundan. Las nuevas tecnologías ofrecen muchas posibilidades de
bien social, pero al mismo tiempo pueden esclavizar a muchos individuos ante un
computador o un celular y abocarlas a un diálogo frenético hombre-máquina que
hace que pasen largos ratos en esta actividad. No es necesario decir que el uso
exagerado del teléfono móvil puede obligar a muchos a estar colgados de él en
largas conversaciones para expresar cosas banales. Son abundantes las
obsesiones de muchas personas por pasar largos ratos inmersos en la virtualidad
de unas imágenes, sumergidas en una irrealidad de la vida, manifestando un
deseo de huida del estrés.
Cortesía de https://amigodtourtrek.blogspot.com y Pedro Chaparro
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